21 febrero 2011

Campeonato Extremeño Duatlon Cross: El diluvio

Muy felices me las prometía yo cuando madrugué el sábado pasado...

Abrí los ojos pronto porque ya se empieza a notar que amanece antes y, hasta que no nos decidamos a poner cortinas, la verdad es que la claridad consigue despertarme aún estando cansado. Mientras me pensaba lo de salir de la cama calentita, empecé a oir un ruido familiar... Gotas cayendo en el alfeizar metálico de la ventana... Ya la hemos liado.

Empiezo a preparar el desayuno mientras veo en teledeporte el resumen de los partidos de Rugby del 6 naciones y otros campeonatos por EEUU. Intento dejar de pensar en la lluvia, ¡tampoco será para tanto!
Mientras voy dando sorbos al café, me decido a echar un vistazo a la calle: Hay una lluvia fina pero constante.

"Esto no quiere decir nada", me digo, "la borrasca ha entrado por allí, con lo que dejará de llover antes que aquí" Un poco mosca pongo el canal 24 horas: las mayores precipitaciones se registraban en un pueblo de extremadura con 27 l/m2.

Nada, esto va a ser cuestión de llamar directamente a mis amigos en Navalmoral para que me cuenten cómo está allí el tema:
- "Hola. Oye, por aquí está lloviendo bastante, qué tal lo tenéis allí"
- "Aquí llueve a mares desde ayer, y no tiene pinta de parar"
- "Bueno, pues voy saliendo a ver si durante el viaje va parando algo..."

Esto es cuestión de ir equipado y ver lo que pasa. Mientras salgo de Madrid y cojo la A-5 voy pensando en que quizá haya suerte y vaya viendo ya los claros mientras voy haciendo kilómetros.

Paso Talavera, llevo 106 km y todo sigue igual de cubierto y la lluvia igual de intensa. Desde luego, ya prácticamente da igual que deje de llover, porque mirar a las cunetas da una apreciación rápida de cómo estará el terreno: Charcos por todos los lados.

Preparando la bicicleta con la ayuda de Fernando, el único que se atrevió a ir a animar y al que se lo tengo que agradecer de nuevo, se van viendo el resto de atletas. En esta prueba, al contrario que en el caso de 3 cantos, no había división entre los populares y la prueba para federados... todos juntos y en alegre compañía. El problema es que me parece que de los populares todos han debido decidir que se quedan en casa!

Sin pensarlo mucho me coloco a la cola en la salida. Empiezo a contar y no debemos ser muchos más de 30 (Había 70 inscritos). Se da la salida y los primeros salen esprintando, lo de siempre... Yo a lo mío, que tengo kilómetros por delante para aburrir...

El ritmo es duro y se hace más cuando a los 500mts del circuito se pasa a tierra y empiezan a verse los charcos de cerca. Los dos primeros uno intenta bordearlos por aquello de mantener los pies secos... Al tercero no calculo la profundidad y meto la pierna hasta la rodilla (con riesgo de lesión, porque no había calculado el movimiento). Primer susto. Eso sí, ahora ya no hay problema en mancharse las zapatillas o mojarlas... va a ser difícil que chupen más barro y más agua.

Cae el primer kilómetro antes del primer paso por meta. Control de tiempos 4:31min. Teniendo en cuenta el terreno pestoso (Pesado e incómodo para correr), la lluvia que no cesa y que hace que se vea mal, y los ríos de agua que se han montado en la zona asfaltada porque los desagües no tragan... pues vamos marcando ritmo más que aceptable, a ver cuanto tiempo dura.

Circuito del campeonato
Las siguientes vueltas apenas baja el ritmo, eso sí, el grupo se va alejando... de hecho me dobla la cabeza de carrera al empezar la tercera vuelta, pequeño golpe a la moral pero, a aguantar al ritmo que toca, y no intentar seguirles para no desfondarme. Fernando sigue apoyando cuando paso a su lado, aunque veo que un árbitro le ha llamado la atención por correr a mi lado animándome (Lo de los árbitros es para escribirles un capítulo... disciplina cuartelaria).

Llega la T1, entrada rápida y cambio de zapatillas - Los guantes no hace falta porque me vale con los de correr y además están tan mojados que no van a salir - Primer error, he puesto cuidado en dejar las zapatillas de ciclismo boca abajo para que no estén caladas, pero no las he dejado abiertas para hacer la transición más rápida. Ni los novatos...

Encajo calas y empiezo a reducir piñón. El circuito de ciclo era un mixto de asfalto-tierra, con lo que hay que intentar marcar buen ritmo en asfalto. Negocio un par de calles del polígono industrial y me dan entrada al circuito.

Aquí lo más suave que hay que decir es que el circuito era un completo barrizal inundado. La bici se quedaba clavada en los tramos en los que el barro estaba más húmedo y en los que estaban llenos de agua, se notaba la fuerza de tener que ir abriendo como una planeadora el agua.
Un par de tramos complicados con barro suelto y pendiente hacen poner el pie a tierra y empujar la bici. Por lo demás, todo es cuestión de no dejar de anticipar los cambios, pero llega el primero de los ríos a cruzar. Y no es que sea un exagerado, porque torrentes llevabamos pasado unos cuantos. Esto era un río en el que metías toda la bicicleta y el agua te llegaba al pecho. Después vendría alguno más... y charcos enormes como lagos... y baches continuos para destrozar los antebrazos... resbalones de la rueda con peligro de ir al suelo.

No hay tregua, no se pasa por la parte asfaltada y además sigue lloviendo a cántaros. Inicio la segunda vuelta y no me ha pasado todavía nadie ... por lo  menos me van metiendo minutos pero tampoco una burrada. Al poco de iniciarla paso a una de las pocas chicas que se ha animado a participar y al fondo veo otra bicicleta. Va a ser que no se va a dar tan mal.

Salimos del circuito y de nuevo a la transición. Cambio rápido de zapatillas y a darle al trote. Salgo intentando tener mejores sensaciones que en tres cantos, y la verdad es que no me quedo tan clavado. Es cierto que no ha habido las cuestas de entonces, pero el número de kilómetros y la pesadez del terreno han hecho su trabajo.

Comienzo las dos últimas vueltas, y voy soltando las piernas. El trote es más rápido de lo que esperaba, llego a marcar 5:30min/km y completo la primera vuelta con la referencia de una chica del equipo diablillos. La chica a la que había adelantado se echa un sprint y se pone por delante, por un momento empiezo a pensar que estoy yo bajando el ritmo, pero cuando volvemos a pasar por la zona sucia le faltan las fuerzas y se queda clavada. Los últimos 500mts empiezo a notar el cuadriceps con calambrazos, la verdad es que nunca me había sucedido, siempre empezaban los gemelos, pero estos hoy deben haber trabajado de lo lindo.

Consigo llegar a meta y empiezo a estirar. Esta vez no hay fotos del evento porque Fernando es incapaz de enfocar con el agua que está cayendo. Hay que recoger todo el material antes de que salgamos nadando de aquí. Luego habrá que hacerle una revisión y volver a engrasar todo, aunque eso ya será otra historia.

Lo que es cierto es que si algo recordaré de esta prueba, serán los dos ríos que tuve que pasar dos veces. Como le dijo uno de los organizadores a Fernando mientras esperaba que volviésemos del circuito de bicicleta: "Si acaba esta, ya no lo deja". Pues eso.

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