Durante estos días/semanas desde el último post (Ver Duatlon Navalmoral) se han multiplicado los compromisos personales, los viajes por el trabajo e incluso visitas a médicos; como para mantener un ritmo de entrenamientos decentes. La verdad es que la rutina es un aliado para esto de los entrenamientos, en cuanto hay problemas o bien hay que cumplir con varias cosas, el día no da para tanto. En fin, ya vendrán días más largos, más cálidos y donde se puedan alargar los entrenamientos (No estoy diciendo que no se pueda entrenar a primera hora de la mañana, como tengo conocidos que hacen, sino que yo no me siento capaz).
El caso es que durante estas últimas semanas no he escrito nada por falta de tiempo y, realmente, de algo digno de comentar. No es cosa de contar absolútamente todos los entrenamientos y los pensamientos que van cruzándote la mente mientras el corazón te va a 175 pulsaciones.
Lo que si es cierto es que tenemos algunas fotos que mostrar. En primer lugar me gustaría poner unas cuantas fotos del duatlon de Navalmoral, aunque no se pueda distinguir la dureza del recorrido (Sobre todo el de bici), si que se aprecia lo que jarreaba ese día (Similar al día de hoy):
Box con las bicis preparadas. Nota mental: El día que llueva, dejar las zapatillas boca abajo |
Uno de los primeros clasificados |
Este más o menos llegó como llegué yo |
Los equipos más conocidos no faltaron: GR100, Diablillos, ... lo más granado de cada casa |
Al inicio del tramo de bici arreció todavía más la lluvia |
Zaragoza... corriendo al lado de la Romareda |
Como os he dicho, los viajes y las molestias en los gemelos hicieron que fuera un entrenamiento sencillo, sin más pretensión que rodar unos kilómetros para ver cómo me iba sintiendo. En cualquier caso, se puede decir que por lo menos me aseguré de que las molestias seguían:
La vuelta a Madrid, ya esta semana, tuvo su visita a mi fisio, Nelson, para ver si me descargaba un poco los gemelos. Después de recriminarme que llevaba mucho tiempo sin visitarle (cierto) y que debería pasar más a menudo para evitar ir cada vez que me lesiono algo (También cierto), me hizo pasar los peores 40 minutos del año soltando el soleo. Agarrado a la camilla y apretando dientes, no he podido por menos que pensar que quizá estaba sufriendo las represalias...
Esperemos tener nuevas carreras que comentar en breve... y a aquellos que esperábais algo más movido, pues disculpad lo anodino del tema. Hasta la próxima
No hay comentarios:
Publicar un comentario