24 marzo 2011

A una semana para la media de Madrid

Se va acercando la media de Madrid. Todos los días tengo un calendario en mi sitio de trabajo que me recuerda que el 3 de abril tengo una cita conmigo mismo.

Durante este mes he procurado darme menos caña con las carreras oficiales de fin de semana. En primer lugar porque hay que prestar atención y dedicar cariño a la familia, y después porque he intentado cumplir con el impulso que le quería dar (Y que le sigo dando) a la natación. Estas son las razones oficiales, claro, en mi subconsciente siempre era consciente de que, agazapada el primer fin de semana de Abril me esperaba la media de Madrid.

A medida que van pasando los días y me voy convenciendo de que a mí ya nadie va a robarme el mes de Abril, intento ir dosificando los entrenamientos para no llegar pasado de entrenamientos, pero tampoco escaso (En lenguaje técnico supongo que se llamará nadar y guardar la ropa :). El caso es que estas últimas semanas he estado promediando entre 25-30 km corriendo, con tiradas largas de 15 km los fines de semana para ir acercándome a la distancia, y el resto con las series cortas y el fartlek propio de los entrenamientos con el equipo.

El motivo del miedo a la media maratón en realidad es por el recuerdo del año pasado. Por abreviar, la cosa acabó mal. Obviamente el año pasado estaba fuera de forma, sin entrenar y, sin miedo a equivocarme, diré que fue una temeridad intentarlo. Máxime cuando además el año pasado se dio la desgraciada circunstancia del chico que murió en línea de meta (Cayó un poco más adelante de donde yo me estaba recuperando), por no contar a los que fui viendo caer: En la cuesta abajo de Serrano, en la cuesta de Pío XII, en la cuesta del ángel caído en el retiro... Es lo que tiene ir en la cola de la carrera: tienes derecho a conocer todas las desgracias que suceden en la misma mientras los de delante sólo piensan en llegar.

Sin embargo, no es eso lo que más me echa para atrás, también están los recuerdos que tengo de las sensaciones: la sensación de angustia por no ver pasar los kilómetros, los calambres, esas cuestas que entonces parecían montañas...pero sobre todo la sensación de soledad, la soledad del que se queda detrás del grupo y que tiene que alcanzarlo como pueda. Eso fue lo que más me impactó de la experiencia del año pasado. Al final: 2h35min de sufrimiento condensado, y el suficiente láctico como para pasar dos días graciosos.

Este año espero que la cosa cambie.

Pero que cambie como para intentar rebajar las dos horas. Aunque hace tiempo que no participo en ninguna carrera oficial de 10 km, considero que el cálculo de aplicar un factor corrector de 2,22 al tiempo del 10k para aproximar a la media debería funcionar. Quizá sea una meta exagerada al no haber corrido de forma oficial desde hace tiempo, pero sospecho que no tengo que tener problemas para conseguir este pequeño objetivo.

Por cierto, que en nikeplus me he inscrito al reto de pipiolos vs puretas (Con estos últimos, aunque yo no me veo tan mayor!). El caso es que encabezamos la competición sobradamente y he contribuido con 43 km de las últimas semanas. Por cierto, que si alguno se anima a competir con este sistema, yo acepto las solicitudes de amistad para ir viendo los progresos.

Por último, dado que estamos en temporada de ir altos de moral, os dejo este vídeo para que todos vayamos motivándonos para las citas que tenemos por delante. Buena semana!

2 comentarios:

  1. Ánimo!!! A mí me da una rabia perdérmela este año por sólo unos días...
    ya le estoy echando un ojo a lo que hay por aquí, la primera: http://www.chinarunning.com/

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  2. Muchas gracias por los ánimos Nacho. Me das glamour al site ¡Tengo followers en China! Tú concéntrate en los estudios de Chino y cuando puedas, sal a trotar por allí, que además no tienes cuestas.

    Y al resto, animaros a comentar los posts, que están para eso!

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