31 enero 2011

Día de frío y nieve: Munich

Sin competición la última semana de Enero, y es que acaba la afamada cuesta y ya están las fuerzas justas, justas... :)

No, el caso es que esta semana me he acercado el fin de semana a Munich. Como ha sido un fin de semana largo, pues ha habido que calzarse el equipo de entrenamiento en aquellas tierras, y lo que es peor: en aquellas temperaturas.

El caso es que no se puede decir que no haya probado el equipo para el frío de decathlon. La verdad es que durante el entrenamiento de 12 km no pasé momentos de excesivo frío (Salvo cuando soplaba de verdad el viento, ahí si que se notaba). También saqué el nuevo equipo de guantes de nike y el gorro que me regaló mi hermano estas navidades, todo genial, muy confortable, sin molestar en ningún momento y haciendo que la carrera fuera cómoda pero sin molestar en los movimientos ni producir picores, roces... justo lo que quieres: saber que funciona pero olvidándote de que lo llevas.

El entrenamiento por Munich fue prácticamente mi primer contacto con la ciudad. Es una ciudad con grandes avenidas, no hay grandes aglomeraciones y además tiene un parque (En otros países nos referiríamos a él como un bosque) en el que se pueden hacer todos los kilómetros que se quieran, el englischer garten. Lástima que la nieve y el hielo sean los compañeros para hacer kilómetros, por lo que no pude disfrutar del todo de las posibilidades que da este bosque.

Eso sí, el resto del fin de semana, codillo, cerveza y apfelstrudel para recuperar... aunque con moderación, que los excesos se acaban pagando.

El próximo fin de semana ya estoy inscrito a la duathlon de 3 cantos. Como ya he comentado en FB, va a ser la primera, y eso hace que a uno le entren las dudas justo después de pulsar el botón "inscripción"; la verdad es que no se muy bien cómo lo voy a llevar, pero por lo menos intentaré pasar un buen rato, que es de lo que me acordaré.

Nos vemos en la siguiente carrera

22 enero 2011

Series: El fine tuning del corredor

Esta semana me voy a dar tregua. Creo que el fin de semana habrá que dedicarse a arreglar cosas y tampoco hay ninguna carrera en la que me apetezca participar. Eso sí, no quitará para que algún día salga a trotar tranquilamente una tirada larga.

Los entrenamientos últimamente me dejan siempre algo tocado, especialmente en el caso del entrenamiento de los martes. Los martes desde que el frío nos acompaña los dedicamos a hacer series de velocidad. Hacer series de velocidad explosivas, concediéndose al cabo de 200mts un descanso, hacen que el cuerpo gane en potencia y en capacidad de generar resistencia. Las series constituyen una de las mejores formas de que el cuerpo se adapte a los sacrificios y que genere una fortaleza ante lo bestia del trabajo

Sin embargo, y esto hay que admitirlo, lo mejor de hacer las series con el resto del equipo es que te quitas la dependencia de la fuerza de voluntad... porque un par de sprints cuesta arriba los da cualquiera, pero exprimiendo todo lo posible la máquina, eso sólo lo haces cuando te ves a la par de uno al que consideras que está en tu nivel y todavía te queda adelantarlo...


Los picos de intensidad (Zona 4) se consiguen mediante sprints en cuesta arriba

No tengo programada ninguna carrera todavía, aunque es posible que en breve de el salto al Duathlon, igual el primer fin de semana de febrero me animo a uno popular para ir probandome. En todo caso, os mantendré informados por aquí.

Os dejo un video sobre motivación en el entrenamiento, en este caso con la música.

19 enero 2011

Cross Universidad Europea

Hace un par de días que le doy vueltas a cómo empezar este blog. El caso es que me hubiera gustado tener un par de fotos en las que yo empezase a salir en las carreras, por aquello de ver cómo es mi estilo de trotón mientras corro... pero el caso es que la organización del cross de la Une justo no ha puesto mi foto de entrada en meta, no se si porque no la hicieron o la han perdido, el caso es que no he conseguido encontrar una foto mía. Eso sí... si alguno quiere verificar la participación me encontrará en la clasificación perfectamente documentado.

Pero no vamos a empezar por el final, que las cosas hay que empezarlas por donde uno debe: el principio. El caso es que después de la mala San Silvestre y de volver a recuperar ánimos con los entrenamientos, no tenía pensado empezar rápidamente con las pruebas populares. El caso es que mientras transcurría la semana me iba encontrando mejor y me fui convenciendo de que quizá un entrenamiento el fin de semana con la motivación de estar en una competición pudiera ser interesante.

Entre las propuestas disponibles 15 km en tres cantos y un cross con 8 km en la Universidad Europea. Estaba bien, pero tampoco para tanto, con lo que lo de tres cantos se iba a quedar para una mejor ocasión. Además el cross era gratuito y por lo que comentaban los sabios del lugar, era una prueba muy bien preparada, agradable de correr y que iba bien para mi nivel; así que inscrito quedaba.

El caso es que la prueba además empezaba a las 12:30. Vamos, ¡Todo facilidades! Así que nada, enfundado con ropa de abrigo llego a la universidad europea. Lo primero fue pensar el pedazo de campus que tienen... es impresionante: cantidad de espacios verdes, edificios modernos, aparcamientos para los alumnos, pistas deportivas... Desde luego, no se si estudian, pero hagan lo que hagan, desde luego tienen clase.

Empieza la prueba y vamos por 8 km largos de carrera y pico. Una vuelta a la pista de tartan, y camino a salir del campus para ir al bosque. Al principio se trota por caminos bastante anchos, eso sí, empiezan a verse las primeras diferencias con las carreras urbanas: En la Castellana no te metes en charcos ni en barrizales que hacen que las zapatillas se te queden clavadas, por Miguel Angel no tienes que ir acelerando cada cierto tiempo para subir cuestecitas o bajarlas, en Serrano no tienes que ir mirando al suelo para no torcerte el tobillo, vamos, lo normal.

Tras los primeros tres kilómetros, se suaviza el terreno y se empieza a bajar a través del bosque. Aquí la carrera pasa a ser una fila de corredores, adelantar se hace complicado, aunque tampoco hay espacio para las florituras en el pelotón de los torpes. Eso sí, tras recobrar el aliento y bajar pulsaciones, tengo tiempo entre los kilómetros 4 y 5 de observar el entorno: la verdad es que el campo de Villaviciosa se ve bastante bonito y a lo lejos se ven los edificios de la ciudad financiera del Santander.

A partir del kilómetro 6 voy esperando la cuesta final, esa sobre la que me habían advertido y que llevo un rato esperando, pero el caso es que la carrera no acaba de girar hacia la pendiente, con lo que intento guardar resuello y concentrarme en hacer una carrera sin parar.

Antes del 7 se gira completamente para subir toda la pendiente y durante un kilómetro la prueba se pone fea. A pesar de ello, yo a lo mío, sin parar hasta el final. A lo largo de la subida voy pasando a algunos descolgados, tampoco muchos, se nota que hay más nivel en estas pruebas, no hay duda. El caso es que ya no quedan más de 750 mts y se comienza el descenso. Cuando estoy a punto de entrar en la pista, veo a Teresa haciendo fotos, saludo a Jaime que ya ha recogido las cosas y está llevándolas al coche y entro en la pista de tartan. Me dedico esos últimos 400 mts a seguir a otro corredor y echarnos un pequeño sprint, sin embargo, 100 mts antes de la entrada le dejo pasar porque tampoco estamos para estos excesos.
Grado de intensidad de la carrera, aunque lo de trotar puede marcar los tramos cuesta arriba :)
Perfil de la prueba


Recorrido del Cross

Por cierto, como veis esta vez ya he empleado el nuevo regalo de navidades, el garmin forerunner 405 que la verdad es que es una chulada, a la que todavía no le he sacado todo lo que puede dar, pero que en los próximos días lo iré haciendo. Os dejo un pequeño vídeo muy recomendable y muy bien hecho. Hasta la próxima carrera.

04 enero 2011

Debacle para terminar el año: San Silvestre Vallecana

Como veréis, no he creido conveniente andarme por las ramas para hablar sobre la tradicional última carrera del año. Es mejor aceptar cuanto antes los golpes y levantarse con mayor decisión.

El caso es que después de la carrera de Cercedilla (ver entrada anterior), no había entrenado nada durante la semana siguiente para recuperarme un poco del machaque de la carrera. Durante las fiestas, además del normal descontrol de comidas, celebraciones, dulces de Navidad y demás despropósitos; me gané a pulso una gripe de las agresivas: de esas que te tienen bien metido en la cama y que van evolucionando los síntomas hasta que ya no sabes cual será la siguiente parte de tu cuerpo que te moleste o te duela.

Impresionante la participación que se consigue
Tres días antes de la San Silvestre ya estaba más o menos en condiciones para salir a andar por la calle. Eso no quiere decir que te encuentres ya listo para todo, pero siempre tiene uno tendencia a pensar que sí, que eso de las secuelas, los períodos de recuperación... Eso no va con uno.

El caso es que amanece el día plomizo, gris y lloviendo, lo cual hace que uno ya se lo piense. Consigo que mi mujer decida no correr, porque ella estaba peor que yo con la gripe, así que me planteo enfrentarme yo sólo al oso (Ese oso que en otras ocasiones corre detrás de los sufridos atletas).

Quedo con varios amigos una hora antes enfrente de la torre BBVA. Se puede decir que hay bastante ambiente, la gente va con ánimos y muchas veces disfrazada, para darle un toque divertido a la carrera. El tiempo dio tregua antes de que comenzase la carrera, con lo que parecía que iba a hacer bueno incluso (10ºC). En ese momento me empiezo a dar cuenta de algo que ya me había pasado en la anterior carrera: Voy excesivamente abrigado. Me he pasado cuatro pueblos con camiseta térmica, traje térmico, braga y guantes... De hecho parece que voy disfrazado yo.

Para rematar la faena, este año se sale por oleadas. Yo me había presentado con marca de 52 (Que ya era, la verdad) y resulta que con los que corro me dicen que tienen una pulsera para dejarme pasar a los de menos de 50 minutos y empezar la carrera con ellos. Aunque al principio me pienso que el sistema de arranque por oleadas será como todos los años algo que la gente se lo salte a la torera, compruebo que no: por fin este año se han puesto serios con esto y se comprueba hasta en 4 ocasiones que estás accediendo al cajón correcto.

Una vez dentro del cajón, empiezo a calentar, a buscar al resto de amigos y a mirar de reojo el nivel que hay. Se nota que estoy con el cajón de la primera oleada: Hay nivel y la gente va en serio. Empiezo a darle vueltas a la cabeza pensando que qué hace un beginner como yo en un sitio como este, cuando debería empezar mucho más atrás. Además me encuentro a Isa y María del club. Por delicadeza me imagino que ninguna de las dos me pregunta que qué estoy haciendo ahí, pero me imagino que lo piensan porque ellas si que saben lo que hay.

Este año se recupera el recorrido antiguo. Una gozada
Se lanza la primera oleada y ahí salimos. Arranca la cuesta de Concha Espina para castigar las piernas que no están todavía calientes y a las que se les nota inactividad. Al final de esos primeros 300m se gira para comenzar la bajada frenética de Serrano.

En esas primeras cuestas sigo todavía a los amigos con los que había empezado: Nacho Sevilla, Andrés,... Veo que van metiendo ritmo, pero como es bajada, esas cosas todavía se llevan bien. Serrano va pasando a velocidad constante, hay resuello para hacer bromas alrededor, para soltar piropos a las chicas de las tiendas, para cantar, silbar, saludar a la gente... Es una de las mejores cosas de esta carrera: Uno nunca se aburre en la San Silvestre.

En la llegada a Cibeles veo pasar a Isabel y me dejan atrás el resto de los compañeros del club y amigos. Están marcando 5 min/km y a partir de aquí la cuesta ayuda menos, así que decido seguir por mi cuenta y empezar a dosificarme.

En el repecho de Atocha (km 6) empiezo a notar que las cosas no van bien. No voy a gusto conmigo mismo, el calor empieza a ser agobiante y cada paso empieza a costarme más que el anterior.

En el km 8 directamente empiezo a notar los excesos cometidos: En la cuesta de la Avenida de la Albufera empiezo a frenar y a tener que ir andando en determinados tramos. Por primera vez en mucho tiempo me duelen  las piernas durante una carrera, y no se muy bien la razón. Bueno sí, que no se puede ir a una carrera a darlo todo sin acabar de salir de una gripe traicionera.

Durante esos últimos dos kilómetros me da tiempo a enfadarme, desenfadarme, comprobar lo mal que se pasa cuando no ves caer los metros hasta el final, desesperarme e incluso, ver algún que otro corredor que había pagado un exceso siendo atendido por el SAMUR.

En cualquier caso, acabo entrando con 57 minutos largos. Una marca que pensaba que no volvería a ver por estar superada, pero que me deja claro que tendré que volver a entrenar para poder rebajar de nuevo mis marcas.

Grafica de tiempos de carrera, incluido el último tramo donde llegó la pajara

Resumen de la San Silvestre: carrera que va mejorando en la organización (cada vez se da mejor la salida, se controla más los accesos, se controlan los tiempos de paso intermedio) y que va empeorando en el resto de aspectos (La Bolsa del corredor me parece de pena, el que no haya avituallamiento en el km 5 tercermundista, por no hablar de la pasta de la inscripción).
En cualquier caso, si DQ el próximo año lo mismo me hago del club Nike para no tener que pagar la inscripción porque me parece que seguirán subiendo los precios para aprovecharse del tirón que tiene la carrera.