26 diciembre 2012

Carrera de Navidad Cercedilla 2012

Corriendo por las montañas

A los que lleváis tiempo siguiendo este blog, sabéis que la carrera de Navidad de Cercedilla es un clásico que llega todos los años a mediados de Diciembre. Este año, y dado que durante el puente de Diciembre prácticamente no había entrenado, la carrera tenía visos de convertirse en una de las pruebas más duras de la temporada.

Por recordar un poco las condiciones de la prueba, todos los años se cambia el recorrido, de esta forma los organizadores consiguen colocar varias "sorpresitas" durante el recorrido. El de este año, con una distancia de 12,5 km, hacía que la carrera de introducción a las carreras de montaña (como se autodenomina esta prueba) no fuera precisamente agradable para algunos.




Como podéis ver en la altimetría, la edición de 2012 se ha caracterizado por una ascensión continua (y bastante dura)  de más de 400 mts durante los 6 primeros kilómetros. En ese tramo, después de que el equipo tritón se colocase en los últimos puestos de la salida (Pocas ganas de colocarse en puestos de cabeza para ir forzando el ritmo), fuimos ganando posiciones poco a poco, dejando atrás a los primeros corredores que comenzaban a andar por lo empinado del terreno.

Salida del pueblo de Cercedilla, todavía sin cuestas, voy de verde en el centro (Foto: Kataverno)

En el kilómetro 5 llegamos al primer río a vadear. Todos los años se forman montoneras, especialmente si estos pasos están en subidas, porque la gente aprovecha para parar, respirar, pensarse por donde pasar... Vamos que se remolonea todo lo que se puede. Al final, lo mejor es, como siempre, no andar con remilgos y cruzar todo lo rápido que se pueda el río.

Ya con los pies bien calados, quedaba el último repecho hasta llegar al punto más alto de la ascensión. Los tritones más en forma se van hacia delante (Nica, Antonio, Ana y compañía), los que vamos más justos de fuerzas (Josemi, José Luis y yo) empezamos a andar inclinados hacia adelante para intentar no quedar muy descolgados, pero la pendiente en este último tramo es ya muy empinada y los intentos de arrancar y volver a correr se quedan precisamente en eso.

Antonio sin ganas de posar para la cámara en una de las subidas (Foto: organización)

Tras un tramo en el que volvemos a respirar, nos ponemos de nuevo en marcha y sin apenas pendiente, pasamos junto a la estación de conservación de El Ventorrillo. A partir de aquí los organizadores han considerado que había que iniciar el descenso por vericuetos y senderos estrechos.

Sin duda las vistas del valle valían la pena, pero el problema se presenta cuando hay que hacer pasar a 2000 corredores inscritos (más otro tanto de corredores sin dorsal) y resulta que se forman atascos en la montaña.


Además, los que estuvimos pacientemente esperando en línea de uno hasta que avanzamos los cientos de metros que estaban atascados, teníamos que ver cómo corredores más lentos que habíamos adelantado durante el ascenso cortaban el circuito que seguíamos todos, nos adelantaban y hacían que el atasco se prolongase todavía más (Entre que había que hacerles sitio, esperar a que se incorporasen a la fila, ponerse a protestar con los que les increpaban...)

La bajada durante el tramo de los senderos está limitada a la velocidad del que llevas por delante, no hay posibilidad de adelantar, con lo que uno no tiene más remedio que adaptarse al ritmo (Como era de esperar, bastante lento por todos los que habían hecho el cabra antes). Tras un kilómetro de descenso se enlazó con las pistas donde volvimos a pasar a los impacientes y recuperar un poco el ritmo de carrera.

En el último kilómetro, los organizadores decidieron poner una nueva sorpresa y hacernos subir un repecho corto pero intenso en el que colocaron los "tradicionales" carteles con las burlas habituales para subir el ánimo.

Por cierto, que aquí vi a uno de los voluntarios del banco santander en su proyecto solidario "corre 1 km +", sobre el que me he estado informando y creo que es una magnífica iniciativa. Después la entrada en el pueblo, la comida con el equipo de triatlón y el inicio oficioso de la Navidad.

Y otro año con polémica servida, lo cierto es que en los blogs que he consultado, las opiniones sobre la edición de este año han sido muy críticas, buscando soluciones para que no se repitan los problemas de este año:

Carreras de Montaña - Muy interesantes los comentarios además de las fotos
Mayayo

Eso sí, parece que lo que más apoyo tiene es subir la distancia de la carrera :s un motivo más para empezar fuerte 2013.


12 diciembre 2012

Koldo Bravo: Behobia San Sebastián - Crónica de un desafío

Libro sobre la Behobia San Sebastián

Como os comentaba en la entrada anterior, la BehobiaSS es una de las mejores carreras del año, hasta el punto de que uno la tiene que planificar para inscribirse con la suficiente antelación.

Además de la carrera, que tiene un recorrido y un perfil exigentes, una de las cosas que más me llamaron la atención el año pasado fue toda la historia y tradición que gira entorno a la carrera. Una carrera que es ampliamente conocida por los donostiarras, que es cuidada y querida hasta un punto bastante superior a cualquier otra carrera en la que haya participado o tenido conocimiento en España (Incluida la tristemente masificada por intereses económicos San Silvestre Vallecana).

En mi primera visita a la BehobiaSS, además de una exposición fotográfica y del equipamiento de los primeros valientes que se atrevían a participar en la carrera, hubo un libro sobre la historia de la carrera que estuve hojeando con bastante interés. Esto, unido a la experiencia al día siguiente de correr por primera vez, deja bastante impresión en el corredor: Uno siente que hay costumbres, hábitos y tradiciones detrás de lo que está viviendo.

Este año, de vuelta a Madrid y retomando la rutina diaria, mi amigo Lombana me envió un libro que se había anunciado durante la feria del corredor: Behobia-San Sebastián - Crónica de un desafío. Aunque en un primer momento lo dejé aparcado, la verdad es que me llamaba cada vez que pasaba por delante de él.

El libro en sí es una novela ligera, se lee muy rápida y es bastante agradable. El autor (Aquí os dejo su twitter) utiliza como argumento una de esas situaciones que a todos se nos han presentado en alguna ocasión: Aceptar correr una prueba para la que no estás preparado por el simple hecho de no dar el brazo a torcer.

Durante las más de 200 páginas, el protagonista pasará de no disponer de experiencia alguna en el mundo del running a comenzar a realizar sus primeras tablas de ejercicios. Esta evolución tiene como decorado la relación con su pareja, con los amigos, con los compañeros de trabajo y demás; los cuales van llevando al protagonista a situaciones por las que todos hemos pasado: Esa pareja que no entiende por qué te ha dado por salir a correr tanto, los compañeros de trabajo haciendo apuestas sobre si podrás terminar o no la carrera, los amigos intentando que dejes la dieta que te has marcado, hasta esa boda en la que piensas que controlas y resulta que acabas bastante perjudicado.

La descripción de la carrera es sumamente detallada, haciendo que se pueda ir siguiendo mentalmente y recordar las vivencias que uno ha tenido durante la carrera. Se describen detalles que yo pensaba que eran casuales o simples casualidades como partes integrantes del espíritu de la carrera, con lo que se vuelve a vivir la misma.

Como os comentaba, la novela es sumamente agradable de leer, muy rápida y quizá uno se queda con ganas de conocer más sobre cómo sigue la historia después de correr la Behobia pero, sin duda, por encontrar más puntos en común con el protagonista; continuar con esa agradable sensación de "yo esto lo he vivido...".

En el capítulo de pegas, quizá los que llevamos más tiempo en esto de correr sabemos que la obtención de resultados no es tan rápida como se hace ver en el libro. Es cierto que Koldo Bravo, el autor, describe de manera detallada las sensaciones por las que va pasando el protagonista (Se nota el filósofo que redacta), pero creo que el resultado final es excesivo para lo que verdaderamente puede alcanzar un neofito en la BehobiaSS.

En definitiva, un libro más sobre corredores, pero lo más importante: Sobre una carrera que por su dimensión y magnitud está por méritos propios entre las mejores del panorama nacional.