El calor que no se va

Ola de calor, alertas, conjuntivitis, noches sin dormir...

Probablemente, los que estáis en Madrid lo habéis notado. Esa sensación de calor extremo que te ataca en cuanto sales del coche o de un local con aire acondicionado. Ese asfalto que hace que cruzar la calle se convierta en una prueba de resistencia al calor de las suelas de los zapatos. Esa sensación de alivio cuando uno entra en cualquier sitio con aire acondicionado...

Vaya por delante que soy fan de los Agostos en Madrid. Me encantaba esa sensación de ciudad semi-abandonada, esa pereza destilada a fuego lento después de la hora de la comida, la posibilidad de conseguir proezas inimaginables en otros meses - Aparcar a la puerta del teatro, ir a los sitios sin reservar, tener los dependientes pendientes de tí-. Incluso uno podía salir a correr al final del día, cuando bajaba la temperatura.

Este año nada de eso. Si existieran los Predators, este año hubieran venido de caza a España -Fomentaríamos el turismo, eso sí- porque está haciendo un Agosto de los que crean afición. No hay quien descanse por las noches, salir a entrenar al aire libre es exponerse a un golpe de calor que te agote y hay poco ánimo para entrenar.

Los entrenamientos iban bien hasta mitad de semana, cuando me agarré una conjuntivitis que me sigue manteniendo molesto y que ha frenado los entrenamientos (Y cualquier otra actividad, la verdad, porque es sumamente dolorosa):

Lunes: 1000 mts natación (Técnica)

Martes: Acondicionamiento físico + 7,5 km carrera (Necesité parar a los 6,5 km por el calor)

Miércoles: Acondicionamiento físico + ElectroEst.
Jueves: 7,5 km carrera

No se puede decir que la lesión sea consecuencia del entrenamiento